La Botica Live junio 2025

La Botica es un espacio para encontrar historias que nos recuerdan, que nos permiten volver a pasar por nuestro corazón una y otra vez. La botica está llena de imágenes que unen lo que ha estado separado por mucho tiempo. La Botica es el lugar en donde nos podemos acudir una y otra vez para celebrar nuestra participación en el cosmos, tan infinito como lo que somos.

El hilo dorado del destino

«Nuestro destino pende de un hilo» … parece una frase hecha, pero es una verdad tan antigua como el tiempo.

En muchos mitos y cuentos alrededor del mundo la araña es la creadora del universo. Su capacidad de tejer siempre fue percibida con los ojos del alma como una acción que nos recuerda el origen de todo lo que existe y cómo todo está conectado.

No solamente la araña teje la vida, también una anciana lo hace en su hermoso tapiz en una isla situada muy lejos, a la que nadie ha podido llegar hasta ahora, pero que se conoce, porque nuestros sueños siempre nos llevan a donde nuestros pies no nos permiten llegar

Y no solamente la anciana teje en su tapiz la historia de nuestras vidas, también lo hacen Kloto, Lachesis y Atropos, quienes se aseguran de que cada ser, mortal y divino, viva su destino tal y como le asignan las leyes del universo.

Vamos a escuchar esta historia, porque es necesario recordar que nuestra vida se teje con ese hilo dorado que guía nuestro destino y nos conecta con la inmensa red de vida del cosmos.

¿Por qué explorar esta historia?

Jung siempre dijo que en cada persona había un factor destino, un Self a priori que se expresa de manera insistente en nuestras vidas. Siempre hay un espíritu, podemos llamarlo pasión, que se manifiesta continuamente en nuestra vida de una manera muy profunda.

Lo definió también como ese centro en nuestro ser con el que todo está relacionado, por el que todo se organiza y que es en sí mismo una fuente de energía. La energía de un punto central se manifiesta en la compulsión y el impulso casi irresistibles de llegar a ser lo que uno es, del mismo modo que todo organismo se ve impulsado a asumir la forma característica de su naturaleza, sean cuales sean las circunstancias. Este centro no se siente como el ego sino, si se puede expresar así, como el yo.